¡Partidazo!

Ya firmo para que la mitad de partidos de la liga española sean la mitad de intensos, rápidos y goleadores que este Real Madrid-Sevilla, sobre todo por la primera parte.
Lo del Sevilla ya no tiene adjetivos, lo único que le queda es codearse con la élite europea, pero parece difícil encontrarle fisuras. Los que entran al campo suelen mejorar el rendimiento de los que salen, los recien llegados no necesitan tiempo de adaptación, no se nota la ausencia de titulares, atacan y retroceden todos a una, y para rematar, alguno como Poulsen, puede cumplir magníficamente en dos posiciones.
Mientras, el Madrid sigue tirando de orgullo y pundonor, y empieza a ser hora de que alguien vea que Raúl ya no está para ser titular, que Robinho vuelve al mal hábito de conducir demasiado y que Diarrá no puede jugar solo en el centro del campo. Continúa la maldición de los centrales (no hay forma de que Cannavaro deje de romper la línea del fuera de juego), pero Ramos, Drenthe, Sneijder, Gago, Higuaín, Pepe y Van Nistelrooy son una base excelente para construir un once de garantías y que trate al balón como se merece.

Resumen de la primera parte; atención al 'Drenthazo'.