Brasil y la clase media

Dunga era un jugador normal, un brasileño que parecía alemán, lo cual nunca es un halago. A lomos de Romario y Bebeto ganó el Mundial del 94 y muchos pensaron que fue gracias a él, Mauro Silva y el orden táctico -puede que incluso él mismo lo piense aún-. Como jugador de clase media que fue, prefiere rodearse de mediocridad esforzada que de talento intermitente. Disciplina, igualdad y sudor a cambio de toque, fútbol y ciertos privilegios. Mientras Rijkaard ha permitido que Ronaldinho apenas baje a defender, Dunga no cede; todos son iguales, todos deben correr los mismos kilómetros. Hoy ha palmado 2-0, lo cual no deja de ser un resultado en un amistoso. El problema no es ese, el problema es que por primera vez en años, el rival de Brasil jugaba más y mejor a fútbol, y mostraba más técnica y talento en todas sus acciones.
La pena es que el jogo bonito no salió bien en el Mundial y ahora los equipos ni tan siquiera lo intentan - se salvan este Portugal, el Manchester, el Arsenal, el Barça a fogonazos, el Lyon y muy pocos más-. Malos tiempos para la fantasía...

Vídeo del primer gol de Portugal; picadita de Quaresma y Simao adentro sin dejarla caer.