Reconozco que no las tenía todas ante el primer partido duro fuera de casa del Barça. A pesar del resultado no ha sido el partido perfecto, la primera parte ha sido igualada y sólo en la segunda el Barça ha podido imponer su estilo. Un poco como la semifinal ante Rusia de la Eurocopa, visto en perspectiva nadie recuerda que la exhibición fue en la segunda parte. Toque, presión, agresividad, pero sobre todo solidaridad; Eto'o se ha pasado el partido en banda derecha, Alves ha hecho de interior derecho, y Touré Yayá y Keita han mantenido la posición como nunca. Después ya aparecen Eto'o y Messi, o Xavi, o Márquez y Piqué sacando el balón desde atrás, pero la fuerza de este Barça es el bloque, el todos a una, con o sin balón -a diferencia de los dos últimos años, en los que el equipo desaparecía sin balón-. A ver como vienen los tres picos que quedan.
El primero de Messi, casi sin venir a cuento porque quien más quien menos esperaba que se metiera hasta la cocina.
El segundo, parece fácil pero la velocidad con la que da dos toques para dejar atrás a Palop y marcar es tremenda.
Los goles de la Premier; atención al de Camara, que se retuerce en el aire para rematar.
Los goles de la Bundesliga, como siempre matanza de telarañas; sigue el milagro Hoffenheim.
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