Fútbol: Capricho de millonarios

Los números del Chelsea no salen ni aplicando la creatividad contable que tantas puntocom y energéticas hundió en EUA hace no tanto. Aquí están las cifras demoledoras.
Habrá que empezar a plantearse en manos de quién se dejan clubes centenarios, con una historia y una afición detrás. A Abramovich, magnate petrolífero ruso, le da por el fútbol hace tres años, compra el Chelsea y ficha todo lo que se mueve. ¿Y el día que se canse? La familia Glazer compra el United a pesar de que la afición no quiere, ¿y cuando no sea rentable después de una mala temporada, como por ejemplo la actual? El nuevo estadio del Arsenal se llamará Emirates Stadium, Florentino sólo busca vender camisetas y acaparar portadas, y en Italia, Parma, Lazio y Roma apenas sobreviven a los excesos de magnates que, en su día, quisieron crear grandes clubes a golpe de talonario. Por supuesto, los tres grandes, Juve, Milán e Inter, también pertenecen a fortunas personales, Berlusconi, Moratti y Agnelli, aunque a estos los salva la cantidad de años que llevan unidos club y dueño -de momento-.
Habrá que empezar a pensar que pasará cuando algunos de estos "genios" decidan que el deporte de moda es el curling o similar. ¿Quién pagará los astronómicos sueldos de hoy en día? Porque lo único seguro es que por muchas Champions que se ganen, camisetas que se vendan, derechos televisivos que se negocien o veces que se consigue llenar el campo, con todo eso no hay ni para pagar la ficha de tres cracks de los de hoy. Y si no que se lo pregunten al Parma, en manos de Lorenzo Sanz, el que supuestamente abría la caja del Madrid para jugar al mus con Jesús Gil.

Categorías:

• teorías
• catenaccio