Una de las actuaciones más impresionantes de un portero en un partido. Era la final de la Eurocopa 92, en Suecia, y Dinamarca se plantó en la final sin haberse clasificado para el torneo (sustituyó a Yugoslavia, sancionada por la guerra de los Balcanes) y sin Michael Laudrup (en desacuerdo con el entrenador).
El salto y el cabezazo de Klinsmann es para verlo una y otra vez, lo mismo que la parada de Smeichel.
Y ya que estamos, en Notas de Fútbol hablan del Klinsmann seleccionador, que poco tiene que ver con el goleador.
Florece la Serie A
Hace 1 día
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