lunes, 27 de febrero de 2006

Lluvia

No es lo mismo un campo encharcado que uno nevado. El primero es estéticamente feo, no deja circular el balón y el partido suele ser infumable. En cambio, en el segundo, el partido adquiere tintes épicos: los jugadores llevan guantes y leotardos, el balón es de color por obligación, se puede ver la respiración de los jugadores, el campo está rodeado de montones de nieve y además se suelen ver partidos de fútbol bastante decentes. Todo esto para decir que ayer un partido de segunda no debió jugarse. Eso sí, celebrar un gol en un campo mojado tiene lo suyo.


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