domingo, 12 de abril de 2009

Thiago Motta

Marcó en la última jornada y ayer le marcó dos a la Juve (uno y dos), Thiago Motta está renaciendo en el Genoa, equipo con aspiraciones de Champions en un Calcio que no es lo que era.
Jugador que empezó como interior y que acabó siendo uno de esos raros mediocentros que aporta toque y fuerza a partes iguales, además de un disparo de lejos considerable. Su historial de lesiones, cruce de cables (tarjetas rojas y amarillas sin venir a cuento) y no-consolidación en el puesto provocaron su salida rumbo al Atlético de Madrid, donde apenas participó. Y ahora se sale en el Genoa, marcando goles y jugando como titular, con pocas lesiones y menos tarjetas.
Veinte partidos jugados, cuatro goles marcados, ocho amonestaciones y ninguna expulsion, en total 1786 minutos jugados y ninguna lesión importante. Una buena noticia en un fútbol donde la figura del mediocentro con toque, disparo y llegada es poco más que una quimera.

4 comentarios:

pablo dijo...

Siempre me pareció un jugador completísimo demasiado lastrado por las lesiones y por su comportamiento violento en el campo. Me alegro de su renacimiento.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Sí, sí. Sin duda completísimo. Hubo un partido en el que a Zidane le dio de todos los colores: patadas voladoras, llaves mortales... Creo incluso que le hizo la grulla, rollo karate kid.

Menudo personaje este Motta.

Anónimo dijo...

Será que el alopécico del madrid no daba leña... que se os ve el plumero, todo esto reconociendo que Motta no es una hermana de la caridad. Por cierto, yo sí que recuerdo un Madrid-Barça con una agresión de Zizou a Motta que el árbitro, naturalmene, decidió obviar.

Anónimo dijo...

El alopécico no daba leña, agredía -ya sea mediante cabezazos u otros menesteres-, pero era cuando le tocaban las pelotillas. Nunca lo hizo porque sí -ojo, no estoy justificándolo-. En cambio Motta era su posición. No jugaba de mediocentro, jugaba de "hacedor de faltas" o rompe-juego-por-el-centro. Y eso que tampoco es que fuese limitadísimo. No era un portento, pero era un jugador correcto con el balón.

Y sí, creo que aquella agresión de Zizou que obvió el árbitro fue parecida al escupitajo de Messi que ampoco sancionaron, no? Queramos o no, es humano cansarse de recibir patadas y perder los nervios -pero se les debe sancionar, a unos y a otros-.