Miedo a volar

Puede que sea eso y no otra cosa lo que ha hecho que el Arsenal fracase una y otra en Europa, el miedo a volar de Dennis Bergkamp. Por contrato no tiene la obligación de jugar los partidos fuera de casa que impliquen coger un avión. Es tan bueno que puede permitirse exigirlo. Aún así, él estaba dispuesto a recorrer los 3.000 kilómetros hasta Madrid para estar esta noche en el Bernabeu, pero Wenger ha preferido que no. Así que esta noche Henry se queda sin su mejor asistente, el Arsenal no tendrá a nadie que mantenga la cabeza fría cuando todos corren alrededor corren como pollos sin cabeza, y, sobre todo, nos quedaremos sin la posibilidad de ver algo como esto.

Hasta finales de los 80 el Arsenal se caracterizaba por ser un equipo rácano, defensivo y un poco sucio. La llegada de Wenger y después de Bergkamp transformaron el club en sinónimo de juego ofensivo, espectáculo y gusto por el balón raso y al pie. Puede que no hayan ganado la Champions (no son los únicos), pero cambian de estadio a uno con mayor aforo porque Highbury se queda pequeño, son habituales de las competiciones europeas, sus partidos garantizan ocasiones de gol y tienen (o han tenido) jugadores como Henry, Bergkamp, Pires, Ljunberg, Reyes, Overmars o Wiltord que sólo piensan en la portería contraria. En 10 años el club ha dado un giro de 180º a ritmo de fútbol arte.

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