lunes, 19 de enero de 2009

Enric González y Le Tissier

Que el primero escriba sobre el segundo ya es motivo de gozo, si además el artículo sirve para dejarnos pensando hacia dónde se dirige esto del fútbol, mejor.

Copio y pego el artículo entero.

"El fútbol líquido.

Perdonen. Les prometo que este articulito habla de fútbol. De Matthew Le Tissier, por ejemplo: el genio perezoso que nunca quiso dejar su equipo, el Southampton.

Pero antes habrá que mencionar al filósofo polaco Zygmund Bauman y referirse un momento a su exitosa teoría de la sociedad líquida. Bauman afirma que la vieja sociedad sólida, construida sobre bases estables como la familia, el empleo o las instituciones políticas, se ha desvanecido y que la posmodernidad ha roto todos los anclajes. Nos movemos en un entorno precario y cambiante, en el que antiguos valores como la fidelidad, la duración o la renuncia han perdido su significado. Eso es la sociedad líquida. Algunos hablan ya de sociedad gaseosa. Los individuos y las instituciones flotamos a la deriva.

Llegamos a Le Tissier. Fue, y es, el hombre más reverenciado de Southampton, una localidad no especialmente agraciada del sureste inglés. Dedicó al Southampton, un equipo siempre al borde del desastre, su carrera deportiva completa (1985-2002) y una colección de goles increíbles. Le gustaba elevar el balón y golpearlo en el aire, como suele hacerse en la playa (nació en Guernsey, una isla del Canal de la Mancha), y no fallaba un penalti. Lanzó 50 y marcó 49. El día que falló corrió a felicitar al portero: era y es un tipo amable. Le Tissier, que a veces estaba muy gordo y no se distinguía por su rapidez, fue tentado por numerosos clubes. Milan, Chelsea y Tottenham le hicieron ofertas en firme. Ni siquiera contestaba. Sólo fue internacional en ocho ocasiones y tampoco eso pareció importarle mucho.

Matthew Le Tissier fue un futbolista de club. Hasta hace un par de décadas, había al menos uno en cada equipo modesto y, quitando a los fenómenos, que siempre emigraron, alguno de ellos era realmente bueno. Representaban la continuidad y la memoria. ¿Hacemos ahora una lista de los grandes futbolistas de club? Raúl en el Madrid. Puyol en el Barcelona. Gerrard en el Liverpool. Maldini en el Milan. Totti en el Roma. Del Piero, con reparos (ha jugado en otros equipos) en la Juventus. Podríamos añadir algunos más. ¿Se les ocurre alguno en un equipo de aspiraciones limitadas? Queda Tamudo, pero sigue en el Espanyol por pura casualidad: porque el Rangers, que le fichó hace ocho años, le devolvió a Barcelona por razones médicas.

En la sociedad líquida, los grandes jugadores de club y, por extensión, la estabilidad y la memoria constituyen un lujo, una rareza que sólo pueden permitirse las instituciones más solventes.

Le Tissier era ya un veterano cuando el pay per view de Murdoch creó la Premier League, los sueldos se dispararon y el fútbol inglés alcanzó el estado líquido. Pudo vivir al margen del nuevo modelo de negocio. Su caso, hoy, es prácticamente irrepetible. Enjambres de intermediarios flotan sobre las canchas juveniles para llevarse al chico prometedor mucho antes de la mayoría de edad. Ocurre lo que todos sabemos: los clubes fuertes son cada vez más fuertes y los débiles son cada vez más débiles. Y ocurre además lo que decíamos antes: que la continuidad, la memoria, los relevos entre generaciones, son sólo de quien puede pagarlos."

9 comentarios:

chimoeneas dijo...

impresionante el artículo. escribe lo que muchos intuyen y encima lo hace rematadamente bien.
por otra parte, grande letissier!

Anónimo dijo...

La grandeza del futbol reside en esos momentos, en los que a pesar de lo que comenta Enric González, los equipos cada vez más débiles son capaces de vencer a los cada vez más fuertes.

Anónimo dijo...

Buenísimo.
Con su artículo, Enric González demuestra dos cosas:
1. El fútbol está perdiendo su espíritu a marchas forzadas cuando casos como el de Le Tissier merecen un artículo que los trata como una anomalía sacada de una película de John Waters.
2. Hay esperanza para el periodismo deportivo y vida más allá del amarillismo y los juegos de palabra manidos de las portadas del Sport o el Marca.
Gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

hola he creado un nuevo blog sobre futbol y soy nuevo en esto. me ha gustado el articulo sobre le tissier, todo un personaje.
es una pena lo de la emigracion cada vez de mas jugadores buscando mas ambicion en sus carreras, creo que en muchos casos continuando en su equipo se puede hacer un gran proyecto en su club y una buena planificacion, y algunas veces es triste ver como el dinero y el prestigio hace que un club se quede sin jugadores importantes y tenga que empezar de nuevo, pero ahora parece ser que muchos presidentes de clubs se ponen francos con ello y niegan la salida de la estrella en cuestion.
la idea de platinide no dejar salir a los jugadores menores de 18 de sus clubs de formacion para mi es aceptable.
si alguno quereis acceder a mi blog: antonio-mundofutbolistico.blogspot.com

Unknown dijo...

Enorme de nuevo el gran Enric; una delicia leer a esa expléndida pluma.

Ponme Otra dijo...

Anda, mira Kaka'

Anónimo dijo...

Que manera de criticar tan sutilmente a los empresarios/intermediarios que se aprovechan vilmente de los clubs y del fútbol,justo la semana poscalderón y la operación Kaká en marcha.Sentando cátedra una vez más el bueno de E.González.Sólo comentar un detalle del artículo:Del Piero jugó en otro club que no fuera la Juve?Q

Anónimo dijo...

Comprobado,14 partidos únicamente con el Pádova en Serie B cuando estaba empezando.Q

román dijo...

Muy bueno el comentario sobre Matt Le God!