jueves, 28 de enero de 2010

Rooney en el descuento

Derby contra el City, Tévez enfrente y marcando en Old Trafford, con el global de la eliminatoria empatado a 3, corner en el 92, la jugada ensayada que sale mal, Giggs se saca de la chistera un centro tenso con el interior y ahí esta Rooney, entrando de cabeza para enviar al United a la final en Wembley.



Esto después de marcarle cuatro al Hull City.

domingo, 24 de enero de 2010

Velocidad de crucero

Se puede perder cualquier día, entra dentro del juego. Pero hay equipos que convierten esa posibilidad en algo remoto. Ayer el Barcelona de baloncesto perdió el segundo partido de la temporada con un tiro a falta de siete décimas. Lo dicho, se puede perder.

Lo mismo sucede con el equipo de fútbol. Ayer acabó la primera vuelta invicto, algo inédito en los 110 años del club, otro récord para explicar a los que vendrán, aquél equipo de las seis Copas no se cansó de ganar y al año siguiente acabó la primera vuelta imbatido, lo nunca visto para un equipo que, en los últimos 20 años dio un vuelco a su historia pero demasiadas veces le faltó el instinto de la autosuperación, conformándose con el juego bonito, las alabanzas y alimentando un entorno de politiqueo autodestructivo.

No parece que esta vez vaya a suceder. Pocas veces un equipo blaugrana ha transmitido tal sensación de seguridad en la victoria, en que no hay días malos y, en caso de que los haya, el compromiso, el esfuerzo y el perseguir el triunfo van a estar ahí. Por eso, para un afición acostumbrada al 'avui patirem', los partidos se afrontan de forma distinta. Nadie da nada por sentado, pero la confianza ciega en que el partido será atractivo y muy probablemente acabará decántandose para los de Guardiola es palpable.

La temporada anterior el juego del equipo era exagerado, por momentos parecía un partido de exhibición, como si un debutante tuviera que demostrar, día sí día también, que tiene talento, que puede ser una estrella, marcaban el tercero e iban a por el cuarto. De ahí que, a pesar de los deslumbrantes resultados, hasta que no se consiguieron los títulos no existía una confianza ciega en el equipo. Cualquier partido loco o trabado podía suponer un traspiés (Atlético de Madrid, Espanyol, Chelsea). Había una sensación de fragilidad, del mismo modo que se goleaba algún día se podía caer con estrépito.

Este año la sensación es distinta. Hay más recursos con la incorporación de Ibrahimovic y la mejoría de Keita para adaptarse a la fluidez con que circula el balón en el centro del campo han cambiado la efervescencia por una mejor lectura de los partidos. Ayer, salvo el gol involuntario de Alves, el Barça supo cuando y como atacar al Valladolid. Eligió la forma más adecuada, la banda derecha, y casi pareció que escogía los momentos en los que generar ocasiones. Messi no conduce tanto el balón ni siempre arranca desde banda, cuando el año anterior se hartó a hacer diagonales desde la derecha, ya no hay tanta pared de fútbol sala en la frontal del área y la salida del balón ya no es siempre hacia el medio centro. El equipo y las soluciones de Guardiola han construido un conjunto más maduro y cerebral. Por el camino se han quedado las goleadas y el fútbol de salón sin perder atractivo estético, todo un mérito.

Por eso me parece que los cinco puntos de diferencia con el Real Madrid de este año son más significativos que los doce de la temporada pasada.

jueves, 21 de enero de 2010

La no renovación

A lo mejor yo lo he entendido mal, pero ayer Guardiola no renovó nada. No firmó un contrato nuevo ni una extensión del actual, y tampoco aseguró que el año que viene vaya a seguir como entrenador del Barcelona. Todo queda supeditado a que haya 'feeling' con el nuevo presidente, o lo que es lo mismo, puede que sí o puede que no. ¿Alguna diferencia con la situación que había antes? Ninguna, aunque muchos ya duermen mejor y los demás nos evitamos cantidades ingentes de rumores y portadas sobre el futuro de Guardiola, que no es poco. Pero de renovación, nada de nada, lo único que parece que no firmará con otro equipo, de momento, cosa que tampoco hubiera hecho ya que dijo que esperaría a final de temporada para decidir su futuro.

Guardiola volvió a hacer lo mejor para el equipo y el club, pero a lo mejor no para él, y por primera vez sucumbió al entorno, que exigía una decisión afirmativa por su parte -que no una decisión a secas-. De hecho, en las imágenes yo no veo un tipo radiante y feliz, sino alguien en cierto modo obligado a expresar un compromiso verbal en público rodeado de los que lo han llevado a esta situación (atención a la cara que pone cuando Laporta se marca la machada de decir que el 2-6 del Bernabeu contaba como un título-). Ah, y si es una renovación, de momento es para un año, ¿suena eso a proyecto de futuro? ¿Puede el Barça tener un entrenador por un año? ¿Fichas lo que te pide un entrenador que a lo mejor se va dentro de nueve meses?

No está de más ver parte de la rueda de prensa de ayer y que cada uno extraiga sus conclusiones.

miércoles, 20 de enero de 2010

Asistencias

Tratando de encontrar un hueco para escribir algo sobre los cinco puntos de diferencia, la renovación de Guardiola o por qué Cesc debería ser El Fichaje, dejo este post con algunas asistencias del fin de semana (lo he visto en 101 Great Goals). Me quedo con la de Xavi porque rompe dos líneas, la sutilidad de Ballack y el conjunto asistencia-control-remate de Munitis y Canales.

jueves, 14 de enero de 2010

Cosas del fútbol

Los mejores 45 minutos de la temporada, al nivel del juego mostrado la temporada pasada, acaban con la virginidad del Barcelona de Guardiola.

Partidazo con segunda parte antológica. Presión, posesión con sentido, constantes cambios de posición, con Iniesta y Messi percutiendo y encarando constantemente, Ibrahimovic y Henry intercambiando posiciones y habilitando la llegada de la segunda línea, Xavi ordenando el juego en las inmediaciones del área, Piqué ganando casi todos los balones aéreos y Puyol y Abidal cerrando atrás. No brilló Alves en ataque, en parte porque Messi monopolizó la banda derecha y desbordó a Fernando Navarro sin necesidad del dos contra uno, en parte porque Jiménez puso a Navas durante parte del segundo tiempo para fijar al brasileño.

A nivel individual nada que reprochar a nadie, con un Messi que ha tenido cuatro ocasiones de gol claras -dos salvadas por un Palop providencial, otra que da en el palo y una picada que se va fuera-, unos Xavi e Iniesta imperiales -gol desde fuera del área del primero y una jugada que iba para enmarcar del segundo que fue rebañada en el último momento después de sentar al portero y un defensa-, un Puyol que está, sin duda, en el mejor momento de su carrera y que incluso ha subido el balón con criterio en momentos de apuro, un Busquets que es el termómetro del juego del equipo -si juega a uno o dos toques es que la cosa funciona, hay movilidad y espacios, lo contrario es sinónimo de atasco-.

En la parte no tan positiva un Henry que sigue sin ser un jugador desequilibrante, que no quiere decir que juegue mal, pero no marca la diferencia, un Ibrahimovic que ha tenido dos ocasiones que un nueve de equipo grande no debería perdonar -la volea de la primera parte, el rechace del palo a puerta vacía de la segunda-, pero quien más quien menos sabía que cambiar a Ibra por Eto'o comportaba perder algo de gol a cuenta de generar más juego. Y los cambios, la entrada de Bojan y Pedro a falta de siete minutos rompió el ritmo del Barça -o eso me pareció a mí-; se perdieron los apoyos de espaldas y el juego aéreo de Zlatan y la posibilidad de una llegada dede atrás de Alves -aunque es cierto que Pedro participó en dos jugadas de peligro-.

Y como no, el héroe del partido: un Palop inmenso, un portero que de no haber vivido a la sombra de Cañizares demasiados años tendría un mayor reconocimiento popular.

En definitiva, partidazo. Y ahora imaginemos que la Copa fuera a partido único y todos los partidos se jugaran con esta urgencia.