Después de leer
este artículo de El País y a vueltas con la adquisición del Manchester City por parte de la familia real de Abu Dabi, ¿no va siendo hora de que la UEFA y las diferentes ligas tomen cartas en el asunto?
¿Sería muy difícil fijar un tope salarial para evitar las barbaridades hacia las que se encamina el fútbol?
¿Qué pasará con estos clubes cuando sus amos se cansen del capricho y de perder dinero? El Chelsea es ruinoso a pesar de sus títulos.
¿El concepto all-star es válido en el fútbol? ¿Un equipo con Robinho, Cristiano Ronaldo, Messi y demás en la delantera garantiza títulos? ¿Cuánto les puede durar la motivación? Lo más cercano a este modelo fue el Madrid galáctico o Brasil 2006.
¿Asistimos a una Gil-y-Gilización exponencial? ¿Qué pasará cuando el jeque que todo lo puede sufra uno de esos días en que se pierde 1-0 en el 93 por pura mala suerte?
¿Importa la tradición del club? ¿Puede el City ganar una Champions si el Chelsea en un lustro de petrorublos no lo ha conseguido?
No hace mucho la afición del Manchester United se manifestaba contra sus dueños americanos, la del Liverpool recela constantemente de los suyos, que nunca han tenido sintonía con el cuerpo técnico y que tienen una extraña forma de abrir y cerrar el grifo para fichar, en España sufrimos a Piterman un par de veces -sin contar los Loperas, Gil y Giles y demás-. ¿Es así como queremos el fútbol?
¿Y si el jeque decide que en Manchester llueve mucho y se lleva el club o los jugadores -todo es suyo- a un lugar más soleado?
¿Y si la situación de un magnate cambia de la noche al día y deja de fichar porque él está en crisis? ¿Los mismos fans que se relamían ante los fichajes de relumbrón seguirán a su lado?
Y lo más importante, ¿se es de un club porque gana o puede ganar o porque uno lo mama desde pequeño por motivos geográfico-culturales-y-familiares con un punto de irracionalidad?
El artículo de El País finaliza así:
"Si a los aficionados del Betis, el segundo club de la tercera ciudad española -como lo ha sido el Manchester City en Inglaterra-, les ofreciera un jeque árabe la opción de fichar a Cristiano y a Messi, de dejar al Sevilla, al Madrid y al Barcelona en la sombra y pretender seriamente a ganar la Copa de Europa, tal es la naturaleza humana -o, al menos, la naturaleza del aficionado de fútbol- que muy pocos dirían "muchas gracias, pero no".
Puede que mi visión no sea la misma por ser de un club como el Barcelona, en el que los socios votan (y cruzan los dedos) dejando la entidad en manos de una junta directiva cada cuatro años. Entiendo que en este caso al aficionado del Betis tanto le da Lopera como cualquier otro, igual que a los del City les debe dar igual entre el ex-ministro indonesio y un jeque.
El problema no es ese, el problema es decidir si este capitalismo futbolístico (que de momento se autorregula) es beneficioso y tiene algún futuro. A diferencia del mercado, donde se puede convivir y ganar dinero siendo el cuarto, el mundo del fútbol es más parecido a Los Inmortales, sólo gana uno.
Y un apunte más, esto no es USA, las audiencias siguen siendo nacionales, la organización de los eventos sigue siendo penosa (la Champions hace coincidir todos sus partidos en dos días entre semana y a la misma hora) y con la venta de camisetas (auténticas) nunca se recupera la inversión, no en vano todos los grandes tiene deuda.
Veremos que hace el City en Enero cuando se pueda volver a fichar.